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Colombia, multiplicador de sabores


La gulupa, una fruta que con su sutil acidez y su aroma se ganó un espacio en los corazones de los colombianos, actualmente se está cultivando en las montañas más altas del país, especialmente en los Andes, donde puede crecer por encima de los 1.500 msnm de manera silvestre.

En Colombia, los primeros cultivos de gulupa se iniciaron en el municipio de Jardín, Antioquia, a inicios de 1990, a partir de semillas encontradas en los bosques más cercanos. Los productores de este municipio han venido desarrollando la más alta tecnología para el adecuado desarrollo de la gulupa, logrando superar las 100 toneladas por hectárea para un ciclo de tres años. 

Sin embargo, las áreas cultivadas más grandes de gulupa fueron establecidas a inicios de este siglo en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, con el objetivo de abastecer los mercados europeos. En términos generales, la gulupa es una planta que se encuentra en proceso de domesticación en los países de América tropical. 

La gulupa puede crecer de forma renaturalizada o salvaje en las montañas andinas de Colombia entre los 1.500 y 2.800 msnm, altura en la cual la planta puede encontrar más fácilmente sus polinizadores naturales y un sistema de propagación basado en la reproducción sexual, manteniendo así la variabilidad de la especie.
Condiciones óptimas para el cultivo de gulupa:

Colombia es un país con una alta diversidad de ambientes y hábitats, es fundamental tener en cuenta que antes de establecer un cultivo es necesario conocer la altura sobre el nivel del mar (msnm), la cual está directamente relacionada con las condiciones climáticas, temperatura, precipitación, humedad relativa, radiación solar y velocidad del viento. 

El rango óptimo  para el establecimiento del cultivo está entre los 1.700 y 2.200 m. de altura, debido a que fuera de este rango las plantas tienen menos vigor genético, mayor incidencia de plagas y enfermedades.

Las condiciones climáticas adecuadas registradas están entre los 15 y 18ºC para el día y de 13 a 16ºC  para la noche. En regiones con temperaturas promedio que no se encuentran dentro de estos rangos, el crecimiento vegetativo puede ser más lento o acelerado.

La humedad relativa debe estar entre 80 y 94%. En este rango se favorece la polinización y  fecundación efectiva. Por otro lado, los requerimientos hídricos de la gulupa se estiman entre 1.300 a 1.800 mm anuales distribuidos a lo largo del año. Por lo que las temporadas de lluvias no favorecen la producción, especialmente cuando la planta se encuentra en etapa de floración. 

Las zonas con vientos fuertes y constantes dificultan la presencia de insectos polinizadores e igualmente ocasionan daños en las estructuras florales generando deshidratación y una pérdida valiosa de polen.

Adicional a las anteriores características, es necesario que se tenga en cuenta un aspecto como es la radiación solar, debido a que la planta de gulupa necesita en promedio entre 3.285  y 4.745 horas anuales de sol (9 a 13 horas/día), esto le permite producir una fruta de calidad con el sabor y el olor que la identifica. 

Un factor como es el suelo es de gran importancia para el cultivo de la fruta, este debe cumplir con ciertos parámetros, como son, una contextura liviana, buen drenaje, profundidad de ≥ 60 cm, un contenido de materia valioso (≥ 5%), minerales y un PH que oscile entre 6 y 7 teniendo un valor ideal de 6,5. 

Te invitamos a conocer más sobre la gran diversidad de productos que se cultivan en nuestro territorio y los que están marcando tendencia en el sector agropecuario colombiano, asiste al XI Congreso Internacional Agropecuario. 

 

Bibliografía: 
Ocampo, J. y Wyckhuys, K. 2012. Tecnología para el cultivo de la Gulupa en Colombia (Passiflora edulis f. edulis Sims). Colombia. 7-21. 

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